
En el Pleno municipal celebrado el pasado jueves 26 de junio se ha tomado la decisión de ceder a la Diputación, por mayoría de votos (PNV+PP), la gestión de los residuos de Bilbao, gestión que venía realizándose de forma autónoma, con procedimientos y vertedero propios, separada del resto de los municipios de Bizkaia, cuyo índice de reciclaje es de los más bajos del entorno, el 32 %, cifra muy escasa y distante del objetivo «vertido crudo cero» que se pretende alcanzar para el año 2016. A partir de la puesta en práctica del Convenio los residuos de Bilbao pasarán a ser propiedad de la Diputación, con lo que se sustrae a nuestra ciudad del derecho a decidir qué gestión se hace de los residuos, que procedimientos se usarán para su reducción, conversión en inertes o materias recicladas…
Es público y notorio que la incineradora Zabalgarbi no alcanzaba el porcentaje de residuos suficiente para su funcionamiento a pleno rendimiento y necesitaba un importante complemento de residuos para ello. Bilbao, que no aportaba estos residuos, será ahora el pienso que alimente al dragón. Todo esto está ocurriendo en tiempos en los que los diferentes estudios epidemiológicos indican la responsabilidad de las incineradoras en el aumento de cáncer en las poblaciones cercanas. Nuestro barrio, Zorrotza, que está a escasos kilómetros de Zabalgarbi, pero también San Inazio, Olabeaga o Erribera son los barrios más expuestos a la contaminación de Zablagarbi.
Las normativas europeas de residuos están exigiendo pasos más decididos en el Reciclaje y Recuperación de materias primas con procedimientos no agresivos para el medio ambiente, incluso indican la necesidad de evitar la incineración como procedimiento para la eliminación de residuos para el año 2020. Las instituciones locales caminan en la dirección contraria a estas normativas, alimentan el consumo masivo de gas, las emisiones a la atmosfera, el almacenamiento y vertidos de cenizas y escorias procedentes de la incineración… ¿Qué intereses están detrás de todo esto? El aumento de enfermedades raras, el efecto invernadero, las molestias en forma de olores y nubes de polvo, de molestias para la piel y otros muchos síntomas indican que hay que eliminar las malas prácticas en el tratamiento de nuestros residuos; muchos son recuperables, otros deberían ser devueltos a su origen sin agredir al medio natural.
Links relacionados (interesante el enfoque de los medios «masivos», púramente económico, ocultando el destino de la mayoría de los residuos a Zabalgarbi y el peligro que la incineración entraña para la salud):